Según la ciencia, por qué vapear marihuana es más saludable que fumarla.

Tanto si se consume la hierba de cannabis como el aceite o la resina, y tanto si se utiliza con fines médicos como recreativos en especial para los pacientes, el mayor riesgo de fumar marihuana es el propio humo.
 
La combustión, y no el cannabis en sí, es la culpable. El humo del cannabis contiene el mismo tipo de sustancias químicas cancerígenas que el humo del cigarro.

Sin embargo, a diferencia de lo que ocurre con el consumo de cigarros, los investigadores no relacionan el consumo de marihuana con un mayor riesgo de cáncer: según el doctor Donald P. Tashkin, profesor emérito de medicina de la Facultad de Medicina David Geffen de la UCLA (vía HuffPo):

"Los hallazgos de un número limitado de estudios epidemiológicos bien diseñados no sugieren un mayor riesgo de desarrollo de cáncer de pulmón o de las vías respiratorias superiores por el uso ligero o moderado". E incluso el uso intensivo tiene "riesgos mucho menores de complicaciones pulmonares" que el consumo de tabaco, afirmó Tashkin.
¿Podemos tenerlo todo? La ciencia dice (más o menos) que sí, y la respuesta podría estar literalmente delante de nuestros ojos.

Pero fumar marihuana "provoca lesiones visibles y microscópicas en las vías respiratorias mayores que se asocian sistemáticamente con una mayor probabilidad de presentar síntomas de bronquitis crónica que desaparecen tras el cese del consumo", según Tashkin.

Aparece así la vaporización...

Este es un gran punto, ya que el mayor riesgo de fumar marihuana es el propio humo.

A diferencia de un porro o una pipa de agua, los vaporizadores calientan el cannabis a temperaturas que liberan cannabinoides -la sustancia benéfica segregada por las flores de cannabis que te hace sentir bien y proporciona alivio a una serie de síntomas como el dolor, las náuseas, la ansiedad y la inflamación- en un fino vapor que no genera las toxinas asociadas a la combustión.

"Era el producto que queríamos en nuestras vidas", dijo Mark Williams, antiguo desarrollador de Apple y director general de la empresa de tecnología de vaporización Firefly, en una declaración hecha a KINDLAND.

"Firefly se diseñó en torno a la marihuana", dijo a KINDLAND Rachel Dugas, quien supervisa los esfuerzos de marketing de Firefly. "Y el calentamiento por convección dinámica crea algo que llamamos la 'experiencia de la planta completa'".

Según Dugas, la tecnología de calentamiento por convección dinámica "sólo vaporiza el contenido de la cazoleta mientras [el usuario] inhala", para reducir el desperdicio de materiales vegetales. Y que, "el vapor se crea en un rango de temperaturas, lo que significa que [el usuario] es capaz de absorber más ingredientes activos de la planta de lo que lo haría con otros vaporizadores donde ciertos terpenos e ingredientes ya se habrían vaporizado y desnaturalizado antes de inhalar", dijo.

"Como no se quema nada, no se producen los mismos subproductos tóxicos que al fumar", dijo Dugas a KINDLAND.

 El resultado es que "los síntomas respiratorios como la tos, la flema y la opresión en el pecho... son menos graves entre los usuarios que utilizan un vaporizador", afirma el Dr. Mitch Earlywine, investigador en materia de drogas y profesor de Psicología de la Universidad Estatal de Nueva York en Albany.

También se ha demostrado que el impacto positivo de usar un vaporizador es mayor a medida que aumenta la cantidad de cannabis consumida. Según los autores del estudio, "los consumidores habituales de porros, blunts, pipas y pipas de agua podrían disminuir los síntomas respiratorios al optar por el uso de un vaporizador".

El " Highway Code" es una guía para un consumo de drogas más seguro y satisfactorio -creada por la Global Drug Survey, una empresa de investigación independiente con sede en Londres- que fue votada por "personas que realmente consumen drogas"; casi 80.000 personas participaron en la Global Drug Survey 2014.

Los resultados parecen sugerir que un consumo de drogas más seguro puede ser un consumo de drogas más satisfactorio: de los 10 factores de reducción de daños identificados y valorados por 38.000 consumidores de cannabis en la encuesta, el "uso del vaporizador" ocupó el primer lugar en importancia para reducir el riesgo. Además, el 57% de estos encuestados dijo que usar un vaporizador también mejoraba su "placer relacionado con el cannabis."

Otro estudio de 2016 realizado a través de una encuesta online por un equipo de investigadores de Dartmouth, " Caracterización del uso de vaporizadores entre los consumidores de cannabis" concluyó:

"Los que prefirieron el vapeo señalaron que era más sano, tenía mejor sabor, producía mejores efectos y era más satisfactorio".

Ciertamente, el vapeo ha surgido menos como una tendencia y más como una decisión a la que se ha llegado conscientemente para los nuevos consumidores de cannabis y los consumidores de marihuana de toda la vida que buscan un efecto más saludable.
Teniendo esto en cuenta, Williams, de Firefly, dice que uno de los retos más apremiantes de su empresa es educar a los consumidores sobre la técnica del vapeo: "Es un tema un poco complejo, pero es crucial entenderlo".

Dugas, de Firefly, coincide con estas afirmaciones y se refiere al vapeo como un consumo "consciente".

"Debido a la forma en que [el dispositivo] funciona, te ves obligado a prestar más atención a tu respiración, que es una de las principales herramientas para la meditación guiada", dijo Dugas a KINDLAND. "Esto te pone en la mentalidad perfecta para estar presente y disfrutar al máximo de tu sesión de vapeo".

Tanto para el beneficio en la salud, como para la experiencia del usuario, el vaporizador en sí mismo es muy importante. Mientras que un vaporizador de baja calidad se quedará corto en al menos una categoría, los mejores vaporizadores pueden ofrecer experiencias superiores con efectos secundarios significativamente reducidos con respecto a fumar.

De acuerdo con un estudio realizado por California NORML y MAPS (Asociación Multidisciplinaria de Estudios Psicodélicos), los vaporizadores convierten aproximadamente el 46% del THC disponible en vapor, mientras que el porro común convierte menos del 25% del THC en humo. Esto significa que obtendrás más beneficios por tu dinero y un efecto mejor y más saludable.

Al comparar el vapor de cannabis con el humo, el estudio descubrió que los vapores "están compuestos mayoritariamente por THC, el principal componente activo de la marihuana, mientras que el humo de la combustión contenía más de 100 sustancias químicas adicionales, incluidos varios hidrocarburos aromáticos polinucleares (HAP), toxinas cancerígenas que son comunes en el humo del tabaco".
 
En un estudio realizado en 2007 por investigadores de la Universidad de California en San Francisco ("Smokeless Cannabis Delivery Device Found Efficient and Less Toxic"), "los pacientes valoraron el "subidón" que experimentaron tanto al fumar como al vaporizar y no hubo diferencias entre los dos métodos según el propio informe del paciente, de acuerdo con los resultados del estudio."

Además, se preguntó a los pacientes qué método preferían: "Por una mayoría significativa, los pacientes prefirieron la vaporización a fumar, ya que eligieron la vía de administración con menos efectos secundarios y mayor eficacia."